Después de soñar toda la vida con ser exitosa en el mundo corporativo, y de tener varios trabajos y puestos interesantes a lo largo de mi carrera (trabajé para Google, Microsoft, IBM y Philips entre otras), un día llegué a la conclusión de que ese mundo no era para mi.
No me hacía feliz, siempre me sentía que había un potencial no explorado, y sobre todo, no era buena para manejarme en un mundo que me medía más por horas frente a una pantalla que por resultados obtenidos.
Entonces me pregunté qué quería para mi vida. Y la palabra clave fue Flexibilidad. Así fue cómo elegí el camino Freelance.
Casi naturalmente llegué a la conclusión de que lo mío estaba en el marketing digital, ya que combina dos cosas en las que soy apasionada: la tecnología y la comunicación y el diseño.
